La Misión
De los remotos montes de Moxos surge nuevamente el mito de los dioses de lo desconocido, como la leyenda del “tigre gente”.
El reciente suceso ha estremecido al pueblo y las comunidades de Mojos: Era la madrugada del pasado viernes, cuando los hermanos Teco Cárdenas, dos hermanos y el cuñado de ambos, estaban cazando en el monte.
Alrededor de las 4:00 de la mañana regresaban a casa, cerca ya de llegar al río apere donde dejaron la canoa que los llevaría a su casa de la comunidad de Puerto San Borja, sucedió algo que les cambiaría la vida.
Dos venían adelante por la senda, en la espesura del monte. Yoni Teco, de 26 años, se quedó atrás, ya que los primeros acordaron ir adelante con la esperanza de cazar algún bicho, para aumentar al taitetú que ya traían.
Cerca de llegar a la canoa, escucharon un ruido, alumbraron y allí estaba el tigre. Observaron con cuidado y dispararon al animal con el salón calibre 22. El tigre salta a un lado de la senda, lo escuchan roncar y bramar porque estaba muriendo. Se acercan, pero el que moría no era el tigre, si no su hermano Yoni.
El disparo impactó en la frente del desafortunado. En la angustia y desesperación lo cargaron hasta la canoa, lo llevaron a casa de la comunidad y luego lo hicieron llegar al pueblo. De inmediato en una avioneta fue trasladado a Trinidad, donde le extrajeron el proyectil de la cabeza. Pero el daño fue demasiado grande, la bala le destrozó gran parte de la masa encefálica y el joven murió ayer en la tarde.
Con sus 26 años de edad, una esposa y 3 hijos, Yoni Teco Cárdenas, deja el llanto y el luto en su familia. Y reaviva una legendaria historia de terror en los pobladores de Mojos.
Sus hermanos, seguirán jurando que dispararon al tigre.